LOS FRUTOS OLEAGINOSOS ("FRUTOS SECOS") EN LA ALIMENTACIÓN DE LOS NIÑOS
La palabra: «oleaginoso» proviene de la palabra latina Oleum que
significa «aceite». De hecho, los frutos
oleaginosos son alimentos vegetales de los que puede extraerse aceite. Puede
tratarse de frutos como las nueces, las almendras, las avellanas, los pistachos
o las aceitunas; o bien de semillas de calabaza, de lino, de sésamo, de nuez de
cola, de girasol, etc. Los frutos secos oleaginosos son semillas pobres en agua (menos del 50 %) y ricas en grasa.
Los estudios de observación y de intervención sugieren que,
cuando se consumen regularmente, los frutos secos reducen el riesgo de
desarrollar enfermedades crónicas y los factores de riesgo asociados. También
se ha informado una reducción de calorías vacías (alta energía/bajos
nutrientes) y un aumento de ingesta de magnesio, vitamina E y proteína vegetal.
Se ha demostrado que la inclusión de frutos secos en la
dieta de los niños mejora múltiples componentes de la dieta, lo que está de
acuerdo con estudios observacionales que han encontrado asociaciones entre el
consumo de frutos secos y una mayor calidad de la dieta en adultos y niños.
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